miércoles, 16 de mayo de 2012

Que por pedir, te pido a ti

¿Sabes esas veces en las que sientes los profundos pasos de alguien mientras entra en tu vida pero no sabes si será para bien o para mal? Y lo sabes, pero te arriesgas. ¿Y porqué te arriesgas? Porque crees, y necesitas, a alguien que te haga olvidar. Pero en realidad es simplemente un mecanismo de defensa. Lo único que hacemos es utilizar a alguien nuevo de ''escudo'' para evitar los ''ataques'' de los que ya llevan más tiempo. En parte lo comprendo, de vez en cuando hay que cambiar de metas y soñar otros sueños. Cambiar de punto de vista y retocar el pasado, y para eso necesitamos a alguien, ¿y quién mejor que alguien como tú? Que tú lo haces todo más fácil. Eres como un atajo; me ayudas a travesar los caminos. Que si me te caes te levanto, y si no, me caigo contigo. 

No hay comentarios:

Publicar un comentario