Nadie te puede parar;

¿Sabes esos días en los que, no solamente eres feliz, si no que además NADIE puede hacer que tu sonrisa desaparezca de tu cara?¿Esos días en los que sin motivo alguno, ríes?
Hoy ha sido uno de esos días, he salido de casa y me he empezado a partir el puto culo sin motivo alguno. He mirado hacia los lados por si alguien acababa de verme y estaba flipando, no, nadie me ha visto, y me he sonreído. Porque me he dado cuenta de que hoy, era uno de esos días. Algún gilipollas ha intentado joderme la tarde con un ''Pero si no te quiere...'', pero me ha dado igual, le he sonreído y le he dicho ''Ya''. Y sin saber porqué, hoy he sido feliz como pocas veces.

FUERA DE MI VIDA.

¿Acaso no lo entiendes? No quiero que vuelvas otra vez, quizás antes sí, pero ya no. Después de todo, no quiero que ahora entres de nuevo en mi vida. Intento mantenerte al margen de mi vida. Entiéndelo, me harté de esperar aún sabiendo que nada iba a ocurrir. Y ahora ya, no quiero encontrarle el sentido al porqué de ese algo que teníamos, el porqué de esquivarnos, no quiero depender de nuevo de tí. ¡Y me jode, que aún, con una sola palabra tuya sonría! Río a carcajadas, con una frase tuya que suena a locura. Quizás esté loca, pero es que no sé como te metiste tan dentro de mí. No sé como lo hiciste, solo sé que aún.. hay algo. Aún formas parte de mí, tienes parte de mi corazón, y hasta que no me lo devuelvas, estaré así. No quiero escuchar nada bonito de tu boca, sólo un simple ''Adiós, desaparezco de tu vida.''  Sólo quiero quitarme este miedo a acercarme a tí y volver a caer.

¿¡És tan difícil entender que no quiero sentir nada, querido corazón!?

Me gustan los momentos en que nos decimos a nosotros mismos que vamos a cambiar, que vamos a ser siempre felices, que no volveremos a llorar, que nunca más nuestra vida dependerá de una persona, que nunca nos volverán a romper el corazón, porque nos vamos a hacer más fuertes. Esos momentos en los que la gente dice ''Borrón y cuenta nueva.'' 
Yo. Sinceramente. Nunca lo cumplo. Acabo como la vez anterior. Mal. Querer cambiar me hacía creer que al hacerlo, estaría más contenta. Pero no. La verdad, no. Me he dado cuenta de que no quiero cambiar, porque no soy yo la que hace las cosas mal. Son los demás los que me hacen daño. Yo solo soy la que llora, luego es feliz, y luego vuelve a llorar. No creo en las promesas. Ni sueño con ser feliz. Porque para mí es alcanzable. De hecho, ya he alcanzado la felicidad más de una vez. Solo que, no he sabido mantenerme en ella. Porque, como no, aparecen ellos, los que te hacen daño. 

Déjate llevar. Cierra los ojos, déjame acercarme. Ponte nervioso, siente mis latidos. Déjame rozar esos labios que me llaman a gritos. Ya no te lo ruego, te lo ordeno, vente conmigo.

Ni me va ni me viene lo que hagas, te lo he dicho enfadada, entre risas, con sonrisa, con seriedad, y el mismo resultado; nada. ¿Y sabes que és lo peor?

Que lo sabes, sabes que para ella no eres nada, esa és la realidad, y tu prefieres mirar hacie otro lado. Te entiendo, de verdad, a mi tampoco me gustaría ver como esa personilla me jode poco a poco y me transforma, más bien, no me ha gustado verlo. Ahora créeme, te joderán. Te quedarás solo. Llorarás. Querrás pagarle con la misma moneda. Y ahí vendrá la sorpresa, ¿sabes quien estará ahí para hundirte?

Yo, jojo. Estaré ahí para hundirte poco a poco y hacerte exactamente lo mismo que me hiciste tú. Te he dado la opción de rendirte, pero no, has preferido acabar mal y ponerme en bandeja tu final.

*

Sí, sigo esperando, porque le quiero, y le quiero como nunca había querido a nadie, porque cuando suena el mobil corro desesperada por si es él, porque cada vez que le veo no sé que decir, y suelto cualquier tonteria porque no quiero que la conversación termine... Porque lo amo, lo amo y no hay más, porque no puedo olvidar los momentos que hemos pasado aunque sean pocos, porque sus ojos me miran de una forma especial, y sí, soy tonta, pero una tonta enamorada.

Desde pequeñita me han dicho que la vida son dos días, que hay que disfrutarla, que no hay que arrastrarse por nadie, que nadie se merece las lagrimas de una persona, que no hay que hacer lo que no nos gusta que nos hagan a nosotros, que hay que ser justo y que sobretodo, hay que ser bueno.
En cambio, yo creo, que la vida, a veces por desgracia, no son dos días, son demasiados, que la mayoría de veces es totalmente imposible disfrutarla, que irremediablemente todos nos arrastramos por una persona que nos parece única y por la cual hemos llorado más de una vez, que, para mi está claro, quien me las hace me las paga, que la vida es injusta, y yo no tengo porqué llevarle la contraria, y que sobretodo, una acaba tan hundida por la vida misma, que la rabia que tenemos dentro nos impide ser buenos.
También dicen que contra más mayor seas, más comprenderás las cosas, yo debo de ser una excepción, porque contra más crezco, menos cosas entiendo.

No tenía muchos sueños, ni objetivos. Huí de otras metas, y llegué a otros puntos de salida. Corrí a cien por hora, y sonreí. Pero algo se cruzó en mi camino, alguien, tú. Frené en seco. Me quedé sin aliento. Tus ojos me lo devolvieron. Respiré hondo. Esa puta sensación volvió a mí. Y lo siento, pero no pude. La impotencia de sentir otra vez aquella sensación. La rabia inundó mi corazón. Otra vez. Lloré. Sentí impotencia. Otra vez, parecía que el tiempo solo pasaba cuando estaba contigo. Y sin contemplaciones, arranqué. Intentando olvidar, aunque sin querer, arrasé con todo. Me quedé sola, otra vez.

Seré capaz.

Tu recuerdo me deja sin aliento, solo el saber que el recuerdo acabará cayendo en el olvido me alivia,

porque sé que algún día, cercano o lejano, dejaré de morderme el labio cuando te vea, dejaré de sonreírte como una imbécil y seré capaz de odiarte. Algún día seré capaz de decirte que no te quiero, sin que mi mirada demuestre lo contrario, sin que las piernas me tiemblen, sin que mis ojos parpadeen anormalmente y sin que mi voz suene débil. 

Pero ahora tengo que aceptarlo, estoy jodidamente loca por tí, seguramente, será pasajero, o quizás es lo que me gusta creer. Y lo peor, es que no quiero olvidar nada, quiero seguir temblando cuando hablo contigo, y quiero seguir riendo sin motivo, aunque a veces, llorar es la única manera que tengo de entender que por ahora, lo mejor es dejar de verte, solo para aprender a mentir, a verte con otras y sonreír, a abrazarte como una simple amiga intentando que mi corazón no se me salga del pecho, ahora solo necesito que tu imagen se difumine, y simplemente, desaparezca, aunque sea, pasajeramente.