La vida es como una montaña rusa, está demostrado. La trampa está en que pagas por una ronda y al final te dan ochenta. Y como bien dicen, los excesos no son buenos, y mucho menos si van acompañados de tantas subidas y bajadas.
A mí me encanta quererte, hacer como que no duele, y soñarte a matar. Pero sobretodo, me encanta la capacidad que tiene el verbo ''amar'' de hacer que las personas se olviden del mundo y de todo lo que eso conlleva. Y eso, para mí, no tiene precio.
No hay comentarios:
Publicar un comentario