sábado, 29 de julio de 2017

ext(...)asis

La música está alta, pero no lo suficiente como para callar mis pensamientos. Sus manos en mi cintura, mis dedos recorriendo su mandíbula. La gente baila pero no nos roza, como si todos se hubiesen puesto de acuerdo para regalarnos ese momento. Como si todos pudieran escuchar la velocidad de mis latidos y supieran que podría descarrilar en cualquier momento. No comprendo cómo hemos llegado a esto, pero aquí estamos. 

Él sonríe en mis labios, y yo bebo de él. Respiro en su cuello, memorizo el tacto de su boca. Intento captar el momento lo mejor puedo, intento guardarlo conmigo. Intento hacer lo que sé que no seré capaz de hacer con él: retenerlo conmigo.
Sus manos suben y bajan, las mías se dejan llevar a pesar de su torpeza. No escucho nada más allá, ni si quiera soy capaz de reconocer cuál es la canción que está sonando. Es como si el silencio se hubiera hecho con todo.

Solo le veo a él, perdido pero a la vez tranquilo. Me mira, y pienso en lo que me gustaría ser la única a la que mire tan de cerca. Y vuelve a sonreír, pero no es cualquier sonrisa, es una sonrisa de las suyas. Una sonrisa que amenaza con jugármela, que me tienta y me desafía al mismo tiempo. Y yo, que a veces soy un poco temeraria, se la beso otra vez

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