Creo que hoy, solo puedo pedirte perdón. Perdón por no haber tenido el valor suficiente para quererte como te merecías. Perdón por no haber tenido el valor de pedirte que te quedaras. Perdón por no haber hecho nada, cuando vi que te alejabas.
Pero yo no te perdí, ni tú me perdiste a mi. Nos perdimos. Ambos. Mutuamente. Sin despedida, de repente.
Así que amigo, esta ronda, va por nosotros. Por ti y por mi. Por todo lo que fuimos y ya no somos, ni seremos. Por mi cobardía y por tus meteduras de pata. Pero sobretodo, esta ronda, va para olvidarte.
No hay comentarios:
Publicar un comentario