viernes, 25 de mayo de 2012

Y es solo cuando choco contra la realidad cuando me doy cuenta de las cosas, cuando me doy cuenta de que valgo lo mismo contigo que sin ti, de que tu  no me haces más fuerte, si no más débil. Soñarte solo me creaba más ilusiones y decepciones, más metas y más sueños. Hoy ya puedo decir que la culpa no fue ni de los dos ni de ninguno, porque simplemente no hubo culpa. Me he dado cuenta de que nadie se olvidó nunca de nadie, de que nunca dejamos promesas por cumplir, sencillamente porque no prometimos nunca nada, porque todo lo dejamos en posiblemente. Diría que decir que tampoco nos hemos querido nunca sobra, pero no está de más decir que podríamos habernos querido más. Ya no te quiero, pero te quise, hasta siempre.

No hay comentarios:

Publicar un comentario