miércoles, 13 de julio de 2011

La verdad.

Hace un mes lloraba, y hoy me río. Me río con sarcasmo de las cosas que decías, miro tus palabras y no me creo ni las letras, te miro a ti y ya no sé ni quien eres. Un desconocido que un día me engañó, una persona que me lastimó. Y sí, lo sé, yo fuí la que te siguió el juego, y acabó creyendo que el tablero era la realidad. Pero a mi ahora no me jodas y me digas que lo sentiste de verdad, que había algo verdadero que te impedía respirar, porque me reiré, con facilidad, en tu puta cara que ahora asco me dá. Dime la verdad, ¿cuantas más había en aquel mismo entonces? Muchas, pocas, me da igual, pero seguro que en plural. Quizás hay veces en que lo sientes de verdad, pero sinceramente, pareces un gilipollas dejándote llevar. Las cosas que dices, no pertenecen a la normalidad, o quizás sí, pero al saber que son mentiras, me río con crueldad. Perdona, es que ya, después de tantas cosas, me jode verte bien. Porque eres un gilipollas que no quiere mirar, el daño que causa, y no quiere ver, la puta realidad. Que es un niñato que busca con quien jugar, y que cuando ya ha acabado, la deja sola sin más. Porque eres asqueroso, y te quedarás solo. Lo sabes, te lo han dicho, pero haces oídos sordos. Y ya no me queda nada que decir, bueno sí.
*Que te follen cielo, pero que te follen muy mal.

No hay comentarios:

Publicar un comentario