Siempre he pensado que las miradas expresaban todo aquello que intentábamos
callar, y creo que siempre he estado en lo cierto. Desde hace un tiempo, he distinguido tu mirada de
la de los demás, siempre cálida, abrasadora, directa. ¡Pero es que ahora no hay
nada! Absolutamente nada, ni odio, ni desprecio, ni rencor, nada. Y eso es lo
más triste.
La primera vez que estuvimos cerca y no percibí nada me di cuenta de que algo fallaba, de que pasaba algo. Pero ya he averiguado la incógnita, y es esa misma palabra que resume todo este puto texto: nada.
La primera vez que estuvimos cerca y no percibí nada me di cuenta de que algo fallaba, de que pasaba algo. Pero ya he averiguado la incógnita, y es esa misma palabra que resume todo este puto texto: nada.
Me gusta tus escritos! Desde ayer empecé un blog para poder también desahogarme. Tienes mucha razón en cuanto a la mirada, y es una gran impotencia tener que ver a la persona que amas con todo tu amor...y ver que su mirada esta vacía...y que no puedes hacer nada para cambiarla! Un besito!!
ResponderEliminar¡Muchas gracias! Pues espero que te puedas desahogar tú también, un beso
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