lunes, 19 de marzo de 2012

wisdom

La vida es sorprendente, ¿no crees?

De un día para otro puedes pasar incluso del todo al nada. Todo es complicado, pero a veces nosotros mismos lo hacemos todo mucho más difícil de lo que es. Hay momentos en los que simplemente necesitamos un respiro, un cambio, un nuevo objetivo, una ilusión. Algo por lo que sonreír, porque en verdad, ese es el problema. Que añoramos sonreír. ¿No lo has notado nunca? Seguro que sí, solo que no te has dado cuenta. Esas veces en las que te sientes perdido, sin rumbo fijo. Ahí es cuando necesitas ese algo. Eso que tienes que encontrar para cambiarle el color a tu vida. Por que es tu vida, los demás son los demás. Al fin y al cabo el que llora por las noches, o el que lucha cada día eres tú. Sola y únicamente tú. Nadie más. Esperar cosas de los demás no sirve de nada. Otra de las cosas que puede cambiar de un día para otro es la forma de pensar. Hace justo 120 horas, habría dicho que No todo es para siempre, ya que siempre hay excepciones, pero hoy digo Nada es para siempre. Es la verdad, ¿para qué mentir? Hasta nosotros tenemos fecha de caducidad. Y otra de las cosas que pueden cambiar, son las personas. Pero eso seguro que lo sabes de sobra, porque cada vez que te miras al espejo lo sabes. Sabes que has cambiado. Pero en el fondo, siempre lo has sabido.

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