lunes, 26 de diciembre de 2011

love.

He comprobado que todo lo que se ha escrito sobre el amor es cierto. 
Supongo que pienso en el amor más de lo que debería, admiro constantemente su abrumador poder de cambiar nuestras vidas. También fue Shakespeare quien dijo que el amor es ciego. Pues bien, estoy segura de que eso es verdad.
Para algunas personas, de manera inexplicable, el amor se apaga. Para otras, el amor sencillamente se va. Y también es cierto, por supuesto, que el amor también puede encontrarse, aunque sea solo por una noche.
Sin embargo, existe otra clase de amor, el más cruel, aquel que prácticamente mata a sus víctimas. Se llama amor no correspondido. Y en ese apartado, soy una experta. La mayoría de historias de amor hablan de personas que se enamoran entre si. Pero, ¿qué pasa con los demás? ¿Quién cuenta nuestra historia? La de aquellos que nos enamoramos solos, somos los malditos de los seres queridos, y sí... estáis viendo a una de esas personas. He amado por voluntad propia a ese chico, durante casi ocho amargos meses. Sin duda, los peores de mi vida. Estos días en los que he estado enamorada han sido los más nefastos de mi vida, y todo porque he sufrido la maldición de enamorarme de un chico que ni puede ni quiere corresponderme. Nada más verle se me acelera el corazón, siento un nudo en la garganta, no puedo ni respirar. Y sí, esos son los malditos síntomas habituales de estar enamorada. 

Sinceramente; espero que nunca los sientas.

No hay comentarios:

Publicar un comentario