Esta vez me tragaré las ilusiones y actuaré con normalidad. Seguiré mostrándote la mayor de mis sonrisas hasta que te canses de verla. Lucharé por demostrarte lo feliz que soy sin tí para que te duela el no haberme querido. Espero que sufras tanto como lo he hecho yo por ti. De verdad, en el fondo te deseo lo mejor, pero los echos no se olvidan por mucho que lo intentes. Siempre serás especial para mí, no lo dudes nunca. ¿No lo captas? No es que haya dejado de quererte, es que he aprendido a vivir sin tí. Y no es tan difícil, ¿sabes? Solo hay que saber enterrar los bonitos momentos que vivimos, y aprender a vivir con los nuevos. Te quise como a nadie y lo sabes. Pero me temo que de aquello ya solo quedan migajas. Y ya dicen que de tan poco no se puede vivir. Me gustaría que quedásemos como amigos, pero ambos sabemos que eso, entre nosotros, es imposible.
A pesar de todo el pasado, caducaste sin ser consumido. Te dejé atrás antes de sentirte. Quiero que algún día nos sonriamos como hacen las personas normales, en vez de mirarnos de reojo con muecas de desagrado. No te rías al leer esto, ambos sabemos que lo que digo es verdad.
Bueno, ya no me queda más que decir, adiós, vida mía.
PD: Siempre me tendrás a tu lado. Aunque no me veas. Siempre estaré dentro de tí.
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